Hace algún tiempo fuimos a Munich a visitar a Mari y nos gustó tanto que este año quisimos volver. El río Isar, la ola, ir en bici a todas partes, la visita obligada a Haus der Kunst y al Englischer Garten, los lagos…
Munich es una ciudad que no es pequeña ni grande pero que se deja vivir y visitar de una manera muy cómoda y agradable. Esta vez no nos coincidió la masa crítica como hace tres años, pero aún así no soltamos las bicicletas ni un momento y, una vez más, volvimos a sorprendernos con la gran cantidad de gente que las utiliza y el gran respeto que todo el mundo muestra a los ciclistas.
En 2015 visitamos la ciudad, así que esta vez nos dejamos llevar por Mari y nos dedicamos a descubrir sitios para comer y esparcir. Aunque fueron pocos días a nosotros nos dieron para mucho, como podéis verlo en las fotos…