Después de algunas semanas de mucho trabajo, aprovechamos el puente para escaparnos y explorar la costa vasca. Por el camino nos perdimos… No literalmente, sino que nos dejamos llevar por el coche, recorriendo carreteras secundarias y caleyas entre bosques impresionantes hasta ir a parar a Casa Altuena. Esta casa rural es un sitio super acogedor que además está en un pueblo precioso: Amoroto.
Y la cosa fue mejorando todavía más con los días: Lekeitio, Ea, Elantxobe, el Bosque de Oma, Mundaka, las playas de Laga y Laida… y Gernika. Algo tiene Gernika que nos atrapó. Es una ciudad pequeña pero tiene mucho alma. Y, además, nos dio la oportunidad de asistir a nuestro primer partido en directo de Jai Alai.
Además de ver muchas cosas, nos dedicamos también a no hacer nada, a disfrutar de la comida, de la gente, del paisaje, de ver a Chido disfrutando y de la sensación de dejar cosas pendientes para volver.