Este verano hemos viajado mucho, y en cada aventura, hemos aprovechado para visitar museos de arte a los que desde hace tiempo les teníamos muchas ganas.
Así, durante los días que estuvimos en Londres, no perdimos la oportunidad de visitar la National Portrait Gallery, una colección de retratos de distintas épocas. Algunas de estas piezas te invitan a pararte frente a ellas y a permanecer un buen rato mirando a los ojos del protagonista, que en muchos casos hasta parece querer decirte algo. Entre las obras, retratos de Ofelia, Darwin o Margaret Tatcher, algún cuadro de Klimt y trípticos de Bacon. También nos encontramos con obra de la artista Tracey Emin con su habitual memorabilia (en esta ocasión, su cama!). Además, como cada vez que vamos a Londres, aprovechamos para visitar la Saatchi Gallery.
En nuestro siguiente viaje, estuvimos brevemente en Madrid y fuimos por fin al Museo Reina Sofía, donde el recorrido por las obra artística de autores de finales del s. XIX y del s. XX ilustra muy bien la evolución histórica de los últimos 150 años.
De Madrid volamos a Múnich, y allí pudimos disfrutar de los diferentes centros artísticos que alberga esta ciudad alemana. En la Pinakothek der Moderne vimos electrodomésticos, muebles y un sinfín de objetos de diseño, una foto de Andreas Gursky, otro tríptico de Bacon, entre otras mucha cosas.
También estuvimos en la Neue Pinakothek (donde nos encontramos con Picasso, Van Gogh, Matisse o Klimt) y en la Haus der Kunst, donde vimos alguna expo curiosa (como Libido), pero de la que nos interesó especialmente el edificio, una mole construida por el nacionalsocialismo que, tras la II Guerra Mundial se convirtió en cuartel para los aliados, y hoy es un museo de arte moderno.